hechizo a un par de hielos
de una piscina de whisky barato,
olvido en el cielo un candil de luciernagas
en forma de estrella,
prendió su escoba y se marcho,
me envío dos besos por email ,
uno para cada mejilla.
Regreso formando un corazón
y un te quiero con el humo de su cigarro mentolado,
perdón, dijo balbuceando mientras
su mano temblaba sujetando el
estado de cuenta de su varita mágica master card,
lloró, el mar broto por sus ojos,
mientras veía a mi espalda alejarse,
me dolió el impacto del anillo
de 24 kilates en mi cabeza.